Tomo 1/La Gran Batalla De Este Mundo/Biblioteca Clasicos Cristianos
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9788417521769
Carlos Haddon Spurgeon es reconocido como el Monarca de los oradores religiosos, y con justa razón. Spurgeon combinaba un vasto conocimiento bíblico y teológico con una habilidad retórica excepcional. Se conectaba de manera incomparable con su audiencia. Además, mostraba una profunda pasión por guiar a la conversión y edificación de sus oyentes. Todo esto se refleja en cada uno de sus sermones. Bajo la influencia de Spurgeon, miles de personas se convirtieron. Se celebraban en promedio 40 bautizos mensuales en sus iglesias a lo largo de sus 40 años de ministerio. Muchos más se convirtieron al leer sus sermones en diversas partes de Inglaterra y en otros países. Al momento de su fallecimiento, se habían impreso alrededor de 50 millones de ejemplares de sus sermones, muchos de ellos traducidos a otros idiomas. Su impacto a nivel global fue innegable en su época. La influencia de Spurgeon perdura en el siglo XXI. La cantidad exacta de sermones circulantes es incierta, pero aproximadamente en 1990 se estimaba que se habían vendido unos 300 millones. Seguramente, la cifra haya aumentado significativamente desde entonces. Los sermones de Spurgeon continúan siendo leídos debido a su profundidad, su capacidad de desafiar y edificar. Abba Ediciones presenta este libro para permitir al lector experimentar de primera mano parte de su poder. La primera sección de esta obra incluye uno de los discursos más emblemáticos de Spurgeon: La batalla suprema de este mundo. Fue su última enseñanza para sus colegas y estudiantes en el Colegio de Pastores, institución que él mismo fundó y de la cual era presidente. En esta alocución, Spurgeon retrató la vida y el ministerio como una batalla especial, ofreciendo valiosos consejos sobre cómo librarla adecuadamente con las armas (las Escrituras), el ejército (la iglesia) y la fortaleza (el Espíritu Santo) provistos por Dios. Esta conmovedora obra fue publicada justo antes de su fallecimiento y es uno de sus discursos más célebres. Debe se
